De pequeño creí que eras un gran súper héroe
que podrías defenderme utilizando súper poderes,
ya he comprendido que eres de lo más normal,
lo que no quita que para mí tu eres especial.
Especial porque tengo huellas de un padre,
como muestra del gran trabajo que sabes hacer,
moldeado con arte y de manera profesional,
que me han llevado a alcanzar la felicidad.
Felicidad que da motivos de agradecerte,
de rendirte el más merecido homenaje,
por ser siempre el compañero excepcional,
un modelo a seguir sin lugar a dudas.
Dudas que se despejan al decirte padre,
maestro, amigo, de ayer hoy y por siempre,
constructor de una gran y hermosa familia
papa de maravillosos hijos e hijas
Hijos e hijas que son cartas abiertas,
que muestran el legado de tus enseñanzas,
huellas que quedaron marcadas,
para el orgullo de todos tus hijos e hijas.
Un abrazo no resume nuestro sentimiento,
pero creo que entiendes que estaremos contigo
hasta que nuestro Dios te lo permita.
Te amamos viejito querido…
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