Lo
que voy a escribir no es porque quiero mostrar que mi vida es especial, sino es
para que comprendan un poco más a este ser que se hace llamar tu amigo.
Si
ya lo sabes es porque quizás tengas un lugar dentro de mi corazón, sin embargo
esta vez tratare de ser más completo.
Es
la historia del inicio de lo que yo llamaría la filosofía de los mejores amigos
y del aparecimiento del chico de las promesas (ya desde allí hago promesas y
trató de cumplirlas). Que busca la bendición del altísimo, dueño de todo lo
creado.
Fechas
exactas es lo que carece en este relato, solo que ella tiene 10 y yo 11.
Conocerla
no fue algo extraordinario solo que ya estaba allí al igual que todos los seres
que he querido en esta vida.
Su
nombre aún no se me es permitido mencionarlo pero si ya conoces esta historia
sabrás su apodo, solo para que hacer juego con su nombre.
Si
faltar al colegio era un pecado, entonces ella sería mi tentación y eso que ahora con todo mi conocimiento me atrevería
decir que a su lado me sentía bien y eso no se debeía a que me gustaba. Nunca
llego a gustarme, lo que muestra que fui un estúpido por no hacerlo ya que
muchos de mis amigos se morían por ella (eso era habladuría de niño). Y quizás
eso sería la ventaja para llevarnos bien y lo que mañana más tarde contribuirian a que
este pobre ser sea lo que es.
No
sé si un día recibío a cristo, pero me atrevo a decir que si (por que espero
verla en el cielo), ya que las promesas que hacíamos era con Dios de testigo.
No
me acuerdo exactamente lo que hacíamos pero parábamos horas frente a su casa,
en una vereda ya que sus padres no la querían mucho, solo sé que estábamos allí
y que queríamos demostrarle a los demás que éramos los mejores amigos.
Y
entre todas las promesas que hacíamos, quizás sobresalgan estas tres.
·
Tratar
de ser los mejores amigos de todo lo que conocemos.
·
Tratar
de cuidarnos hasta los 18 años (hablo pureza de nuestros cuerpos).
·
Que
si nos separamos tratar de no olvidar nuestras promesas.
Un
dia al regresar del colegio al cruzar la pista, sentí que mi alma se
desmoronaba fue cuando me puse mal tanto
que recuerdo que mi papá me iba a castigar así que decidí huir de casa y lo
hice.
Esa
noche la pase frente a su casa, pero no jugando sino dándole el ultimo adiós
desde su ataúd (ella había muerto) fue en la vía Evitamiento, ella fue por
papas del mercado y por no cruzar el puente, decidió correr por la pista.
Dejo
una marca en mí, un huella diría yo, es quizás la persona que más estime en mi
niñez, claro ahora conozco personas tan queridas como ellas y hasta aseguro que
a una quiero más.
El
motivo por la cual escribo es que siempre ella está allí junto a las personas
que hacen de este ser, un ser un poco más original.
La historia continua, ya
que de allí hasta un campamento del 2001 fue que la conocí y la historia cambia
de sentido pues poco a poco se forma por completo lo que soy, pero eso es parte de otra
historia mucho mas especial os llenare de paginas les aseguro, porque esta es para aquella que ya no esta .