Una lagrima raspa mi rostro y quizás aún sea
de día pero yo estoy en tinieblas, mí razón no quiere comprender que aún está vivo,
se siente muerto pues derramo todo su amor y no puede recuperarlo, que
sufriendo y agotado aun dio lo que restaba de amor, su inmenso amor.
Pobre corazón y hay de mí que cada segundo
siente el mar de la violencia que
estalla aquí en mi pecho y grita donde esta aquella rosa que llevaría su nombre,
donde los poemas que llevan en si un mensaje que jamás le llego. Pobre corazón
acabado y abandonado en un rincón y porque derrama lagrimas que no tienes que
ser suyas.
Ah y si solo me amase, yo tendría el poder
de hacer más amor pero mientras tanto repito aun muero, muero. Por el mundo no
habrá otro corazón como el mío capaz de
seguir amando y sufriendo después de muerto, no habrá tal amor, pero me siento tan pequeño sin ella
que sufriendo y al morir aun derraman su amor y aun repite muero, muero.
Que errores cometí en el ayer solo el hecho
de amar, quizás sea ese mi pecado pero
solo quiero un rayo de esperanza o que tu soplo caiga sobre mí, me levante y que
el viento lleve lejos todo este momento, pero mientras tanto aun repito muero, muero,
muero.
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