La
alegría que produce un amor es demasiado bella que las palabras más sinceras y aún
más cursis suenan pequeñas, tanto como
comprar un gramo de arena con el sol.
La
alegría que produce amar y ser amado es algo que quisiera compartir con la
luna, con el sol, con ríos, con todo lo que existe arriba en el cielo y abajo
en la tierra y aun debajo de la tierra, donde el sol no brilla junto a la nada
hasta allí quiero llegar gritando que soy feliz.
La
alegría que produce mí amada es tanto así que la compara con la luna son bellos
iguales, si la comparo con las estrellas
las confundo entre ellas y si con la rosa es más hermosa.
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