Solo a veces el sol se acerca a mi cabeza y
cuando la prisión que ejerce mi mente por los suspiros que ya no tienen lugar
en mi cerebro. Solo a veces mi cuerpo me
traiciona pero el hecho de que mi mente sobrepasa sus límites y pierdo el
control de mi cuerpo .Y es cuando la fiebre
que bordea mi mente llega a dominarme, es allí sé que soy feliz y es que
estoy enfermo, enfermo de amor.
Mis ojos se amarillenta, del color del fuego que llevo dentro, mis oídos
se hacen más sensibles a lo que tú haces porque me siento como el hielo a dos
metros del sol. Tengo que gritarlo pero me da miedo echar fuego, pues el ardor que contengo
sobrepasa mis dominios, pero lo hare en un intento de consumir la tristeza de
no tenerte a cada segundo. Llego a contar hasta 10 y no puedo seguir contando
si es que tu nombre no se aparece, pero allí esta aquel ardor, el fuego que me
sigue quemando, fiebre de amor.
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